La gran comisión: Id y haced
discípulos a todas las naciones: Mateo 28:18-20
(18) καὶ προσελθὼν ὁ ᾿Ιησοῦς ἐλάλησεν αὐτοῖς
λέγων·
y
acercándose Jesús les habló diciendo:
ἐδόθη μοι πᾶσα ἐξουσία ἐν οὐρανῷ καὶ ἐπὶ γῆς.
Toda
facultad me fue dada en el cielo y en (sobre) la tierra.
(19) πορευθέντες¹ οὖν μαθητεύσατε² πάντα τὰ ἔθνη³,
Por
consiguiente, habiendo ido¹ hagan discípulos² a todos los pueblos³,
βαπτίζοντες αὐτοὺς εἰς τὸ ὄνομα τοῦ πατρὸς
bautizándolos
en el nombre del Padre,
καὶ τοῦ ὑἱοῦ καὶ τοῦ ἁγίου πνεύματος,
del Hijo y
del Espíritu Santo,
(20) διδάσκοντες αὐτοὺς τηρεῖν⁴ πάντα ὅσα ἐνετειλάμην⁵ ὑμῖν·
enseñándoles
que observen⁴ todo cuanto les ordené⁵ a ustedes:
καὶ ἰδοὺ ἐγὼ μεθ᾿ ὑμῶν εἰμι πάσας τὰς ἡμέρας
Miren, yo con
ustedes estoy todos los días
ἕως τῆς συντελείας τοῦ
αἰῶνος.
hasta el fin
del mundo.
Texto griego de Nestle-Aland, 27ª edición.
(Ver notas de traducción al final).
Comentario
Intentaremos
abordar el pasaje de acuerdo a la estructura de las palabras del Señor y el proceso
desarrollo que observamos:
1) Autoridad, mandato y alcance.
2) Forma en que se realiza.
3) Promesa y finalización.
1) Autoridad, mandato y alcance “Toda facultad me fue dada en el cielo y en (sobre) la tierra. Por
consiguiente…”
Jesús dice que por el Padre le ha
sido dada toda “facultad” (ἐξουσία), tanto en el cielo como en la
tierra. En griego, el sentido del término denota “derecho, autoridad para
actuar con libertad”, “estar permitido”. En el texto bíblico, contiene también la idea de “poder”.
Esta facultad o poder, no sólo es
para encargar la gran comisión a sus discípulos, sino también para cumplirla,
llevando cabo las promesas mesiánicas del Antiguo Testamento, que tienen
directa relación con todos los pueblos y su señorío en ellos. Para comprender a cabalidad la gran Comisión,
no se debe perder de vista que en la mente del Señor está el cumplimiento de
las Escrituras (véase Lucas 24:44ss), énfasis propio además, del evangelio de
Mateo.
Comenzaremos
por Daniel 7:14, que presenta una
gran similitud con el pasaje de Mateo que estamos estudiando (véase también en
la versión griega Septuaginta6):
“Y le fue
dado dominio sholtán, gloria y reino,
para que
todos los pueblos,
naciones y
lenguas le sirvieran Pāláḥ;
su dominio
es dominio eterno,
que nunca
pasará,
y su reino
uno que no será destruido”. (RV60)
Al Mesías le
será dado “dominio o señorío” (Strong H7985, hebreo sholtán) término que la
versión griega Septuaginta6 traduce ἐξουσία (facultad). El
fin de este este dominio es “para que todos los pueblos” le “sirvan” (Strong
H6399, hebreo Pāláḥ). En la Septuaginta “servir” se traduce λατρεύω (latreúo) y
δουλεύω (douleúo). λατρεύω (latreúo) tiene
la idea de servir con un matiz de servicio cultual, religioso o interior y δουλεύω
(douleúo) servir, estar sometido (L. Coenen). Ambos términos tienen un sentido de
servicio de obediencia dirigido hacia Dios. En este caso, se quiere decir que
el Mesías, será el Señor de todos los pueblos, quienes le servirán desde su ser
interior para adorar a Dios.
Llamar a
Jesús “Señor” o llamarse “siervo de Jesucristo”, no fue una invención del
apóstol Pablo, sino que obedece a la clara compresión de la potestad que le fue
dada al Mesías (Cristo). El concepto de
Señor o soberano, queda comprendida en la inmensidad de la sabiduría divina en
“la cruz de Cristo”. Pues Él (Jesús) es Señor y nos enseña a ser siervos,
porque él mismo fue siervo, haciéndose obediente hasta la muerte, y el creyente
siguiendo sus pisadas camina hacia el cumplimiento de las escrituras. Además,
el amor expresado en la cruz, hace servirle desde el corazón, constriñéndonos a
la obediencia.
En Génesis 49:10, lo presenta como a quién
obedecen los pueblos:
“Nadie le
quitará el poder a Judá
ni el cetro
que tiene en las manos,
hasta que
venga el dueño del cetro,
a quien los pueblos obedecerán” Trad. DHH.
(hebreo “Yeqahá
obediencia, enseñanza –Pr.30:17–)
El Mesías, es el Rey que gobierna a
todas las naciones, en torno a quien se congregan, aprenden sus enseñanzas y
obedecen. A la luz Mt. 28:19-20, el señorío de Cristo, comprende la obediencia
a sus enseñanzas (ser discípulo), transformándose así en el guía, luz de la
vida, del bien, de la justicia y la paz.
Creo que
esta concepción mesiánica de “Señor”, es la que tiene en mente el apóstol
Pablo, cuando dice: “que si confesares
con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó
de los muertos, serás salvo” Romanos
10:9 (RV60). Apreciándose así, la estrecha relación entre el señorío de
Cristo y la fe.
Salmo 2:8-9 “Pídeme
que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo
en propiedad, y yo te los daré. Con cetro de hierro destrozarás a los reyes;
¡los harás pedazos como a ollas de barro!" (Trad. DHH). En este texto nuevamente el Mesías
aparece como Rey, a quien se le dan como posesión personal las naciones, y que
gobernará hasta el último rincón del mundo. Aquí además, traerá juicio sobre quienes
no se sometan a su reino de justicia “quebrantando
a los reyes con cetro de hierro”.
El alcance del
gobierno mesiánico es mundial, no sólo visto en forma global, sino en los
grupos étnicos o agrupaciones humanas, unidos ya sea por una lengua, por el
linaje o el territorio (véase Ap.7:9).
Nótense el
alcance de la promesa mesiánica, hecha a Abraham en Génesis 12:3: “…por medio de
ti bendeciré a todas las familias (mišpāh̩āh) del mundo.”
(Trad. DHH). En el hebreo “mišpāh̩āh”,
plural “mišpeh̩ōh”, son
los clanes, familias, subdivisión de una tribu. Una traducción más libre podría
decir “bendeciré a todos los grupos humanos...”.
El alcance es la medida de la bendición y el amor de Dios, esto es, para cada
una de grupos de familias que hay en la tierra (ver mišpāh̩āh en Gn.8:19 “grupo; especie”; Gn.10:5,20,32 “familia”;
Gn.10:18 “familia” de los cananeos; Gn.24:38 pl. “parientes”, etc.).
Habiendo ido hagan discípulos:
Mateo 19:19
“Habiendo ido”, “siendo llevados” (voz pasiva) indica que no van por
su propia cuenta, sino que son enviados o guiados por algo, esto es, por el
Señor, su orden o por el Espíritu Santo. No hay lugar para el orgullo y el
sometimiento de otros, pues ellos están bajo autoridad e impulsados por ella.
No avanzan con arrogancia, sino que son los transportados y enviados, son
humildes servidores de su Señor.
La orden (imperativo) es “hacer discípulos”, que
obviamente se cumple después de haber ido. Ahora cabe tocar el aspecto verbal
del pasaje:
“habiendo ido…” (Participio aoristo voz pasiva)
instruyan como discípulos…” (Imperativo aoristo)
Estos verbos
en la lengua griega (aoristo) están visto como un evento (puntual) y no como un
proceso en desarrollo o repetitivo.
Pero, “bautizando” (participio presente voz
activa)
y, “enseñando” (participio presente voz
activa)
Son
adjetivos verbales vistos como un proceso (durativo) o una acción repetitiva.
Es como si
Jesús dijese:
“Toda
facultad me fue dada…Por consiguiente, mi proyecto y orden es que, una vez que
vayan hagan discípulos a todos los pueblos. ¿Cómo lo harán? Deberán hacer un
programa de enseñanza de todas las cosas que les enseñé a ustedes (los apóstoles)
y estarán siempre bautizando a los nuevos creyentes y preparando nuevos
discípulos. Hagan esto con todos los grupos humanos (unidos por una lengua,
región, raza, etc.), ¡Miren! Yo con ustedes estoy todos los días hasta el fin
del mundo”.
El ejemplo de
obediencia a esta orden, se ve en el apóstol Pablo cuando predicaba por un
tiempo en una región, luego dejaba a algunos de sus colaboradores con los
nuevos creyentes ayudándoles y él se iba a otro lugar. En cada zona intentaba
dejar una iglesia que seguía con la enseñanza y bautismo de nuevos creyentes,
pero Pablo continuaba para llenarlo todo con el evangelio.
Poco se ha
hablado de los dones y su relación con el progreso de la gran comisión, donde
los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (Ef.4:11), están
íntimamente relacionados con el cumplimiento de esta magna labor. Los apóstoles
y profetas han colocado el fundamento (Ef.2:20), los evangelista llevan la
proclamación del evangelio, y los pastores y maestros, continúan el ministerio,
bautizando y enseñando en detalle todo lo que nos ha sido ordenado por el
Señor. Los otros dones también son dados para el cumplimiento de la gran
comisión, amándonos como él nos amó, ayudándonos, orando unos por otros, obedeciéndole
en todo para ir creciendo hacia su perfecta imagen.
2) Forma en que se realiza “Hacer
discípulos”. …bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, enseñándoles que observen⁴ todo cuanto les ordené⁵ a
ustedes…
Bautizar7 y enseñar, son vistos como un proceso durativo o repetitivo. En el texto
griego se está destacando el hecho del bautismo y la enseñanza en su repetición.
Del ejemplo del apóstol Pablo, creemos que apunta a la formación de iglesias,
que a su vez son capaces de seguir la obra entre sus iguales, enseñando y
bautizando a los nuevos creyentes.
Enseñando a τηρεῖν
(observar, guardar, cumplir) “todas las cosas que Jesús les ordenó a sus
apóstoles”. Los estudios bíblicos, la
escuela dominical, predicaciones, etc. apuntan a mirar en detalle las palabras
del Señor para cumplirlas, y así también se está obedeciendo a “la gran
comisión”.
La acción
continua de estos verbos (bautizar y enseñar), tienen el fin de enseñar y que a
su vez los discípulos puedan enseñar a otros. La aplicación directa: Si ud.
enseña, pero no los está preparando para que a su vez estos enseñen a otros,
entonces sus objetivos están incompletos.
Se debe
hacer notar, que toda la enseñanza debe tener a Cristo (el Mesías) como el
Maestro y Señor. Es una enseñanza Cristo céntrica, basada en las Sagradas Escrituras,
donde aprendemos a caminar en las pisadas de Jesús, sirviéndole como el Señor
de todas las naciones, que nos guía desde lo más interior del ser a través de
su Espíritu Santo, para “adorar a Dios en espíritu y en verdad”. En
consecuencia, la enseñanza debe ser primordialmente neotestamentaria “enseñándoles…
todo cuanto les ordené…”.
Por lo
tanto, la primera labor del que pretende obedecer a Jesús en la gran comisión,
es hacer de él, el Señor de la vida, aprendiendo a obedecer todo lo que ordenó,
para ir y enseñarlo a otros.
3) Promesa y finalización “Miren, yo
con ustedes estoy todos los días hasta el fin del mundo”.
ἰδοὺ ¡Miren! El término se utiliza para poner atención a lo
que se va a decir (es un imperativo, literal ¡Mira!). Es como subrayar o hacer
notar lo que se va a decir: “Yo con
ustedes estoy todos los días…”.
Estaré junto
a ustedes (o en medio de ustedes) en esta tarea, como ayudante y Señor. Por
tanto, siempre y cada vez que se hacen discípulos, se bautiza, se enseña a
guardar todo los que nos mandó, Él está allí en medio. Hasta que se complete la
tarea y llegue el fin del mundo.
NOTAS AL TEXTO GRIEGO
¹ πορευθέντες Participio aoristo
pasivo “habiendo ido, después de ir”, literal: “siendo llevados”, es decir, el
sujeto recibe la acción del verbo. La voz pasiva de este verbo (poreúō) se
traduce como ir, marchar, viajar, irse, alejarse, dejarse llevar (Diccionario
Vox). En la Biblia griega (AT, NT) sólo en voz media y pasiva. El verbo pasivo se
usa con la idea de ir, por algo que impele (Lc.1:39 “lit. fue llevada”, en la
LXX Gn.21:19 “fue”-por agua-), que motiva (Lc.19:12 “fue a tomar un reino…”) o
en respuesta a una orden o instrucción (Hch.8:27 se levantó y se fue; debido a
la instrucción que le había dado el ángel, ver también LXX Gn.22:3). El
participio pasivo de este verbo, como en Mt. 2:8, se utiliza como respuesta a
una orden “enviándolos a Belén, dijo: "Vayan y busquen con diligencia…”
más literal “habiendo ido busquen cuidadosamente…”. En Mt. 9:13; 11:4; 21:6;
22:15; 27:66, la acción siempre está motivado por algo, especialmente un mandato. Aquí Mt.28:18-19,
es en virtud de su autoridad, “después de ir -para obedéceme- instruyan como
discípulos a todos los pueblos”.
² μαθητεύσατε imperativo aoristo “hagan discípulos, instruyan” es decir, ve
la acción como un evento. No es una acción durativa o
iterativa, a diferencia de “bautizándolos
y enseñándoles” (presente continuo).
³
ἔθνη banda,
grupo, enjambre, pueblo, raza, linaje, casta. Es un grupo de individuos con las
mismas características.
⁴ τηρεῖν infinitivo presente de τηρέω (teréo),
“percibir, observar, guardar, vigilar, custodiar, cumplir”.
⁵ ἐνετειλάμην, aoristo medio indicativo de ἐντέλλομαι (entél-lomai), mandar, ordenar,
encargar. Usa el aoristo (acción puntual), pues se está refiriendo a cumplir
cada una de las cosas que ordenó.
6 Septuaginta, LXX ó versión de los
70: traducción del A.T. hebreo al griego, hecha por los judíos de Alejandría,
entre el 280 al 200 a.C. aprox. La versión crítica de Rahlfs-Hanhart de la
Septuaginta, presenta 2 versiones griegas para Daniel 7:14, compárese la
similitud con Mt.28:19-20:
a) καὶ ἐδόθη ἀυτῷ ἐξουσία, καί πάντα τὰ ἔθνη
τῆς γῆς κατὰ γένη καὶ πᾶσα δόξα αὐτῷ λατρεύουσα· …“y le fue dado potestad y también todos los pueblos de la
tierra según las razas y toda gloria que le adora:…”
b) καὶ αὐτῷ ἐδόθη ἡ ἀρχὴ καὶ ἡ τιμὴ καὶ ἡ βασιλεία, καὶ πάντες
οἱ λαοί, φυλαί,
γλῶσσαι αὐτῷ
δουλεύσουσιν· “Y le fue dado el
gobierno, la honra, el reino, y todas las naciones, tribus, lenguas le servirán:…”
7 La formula
trinitaria se encuentra también en los textos extra bíblicos más antiguos, y es
evidente la alusión a este pasaje, véase por ejemplo la Didajé, fechada cerca
del 100 d.C. “Bauticen en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”
(Didajé, 7.3).
Bibliografía
* Diccionario de griego Vox
* Diccionario de Hebreo Stong
* Diccionario de hebreo Bíblico, Moisés Chavez
* Los Padres Apostólicos, J. B. Lightfoot (referencia a la Didajé, nota 7).